Dicen que a veces resulta peor el remedio que la enfermedad y en algunos casos es cierto, pues existen medicamentos cuyos efectos secundarios han sido catastróficos en relación con lo que supuestamente debían curar.

De acuerdo con un estudio elaborado por el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP), publicado por la revista PLos One, algunos antidepresivos como Paxil y Prozac están asociados con ataques de violencia que han llevado a algunos pacientes a cometer incluso homicidios.

Mientras que el consumo de anfetaminas ha provocado no sólo adicciones en los pacientes sino que además están asociadas a daños hepáticos y renales.

Por su parte, el Consejo Superior de Salud Pública decretó el retiro del mercado de medicamentos como la Sibutramina, Rosiglitazona y Octagam, ya que se asocian con padecimientos letales.

En el caso de la Sibutramina, que se empleaba como tratamiento para la obesidad se demostró que su consumo está vinculado con problemas cardíacos que pueden llevar al paciente a la muerte, además de que en algunos casos puede provocar derrames cerebrales.

El Octagam, usado en tratamiento de leucemia crónica, puede provocar problemasde coagulación que predisponen al paciente a sufrir un derrame o infarto pulmonar.

El Baycol, empleado para tratar los altos niveles de colesterol, fue sacado del mercado en 2001, ya que se comprobó que su uso podía causar afecciones musculares severas e incluso la muerte.

Mientras que el antinflamatorio Vioxx tuvo que ver en varios casos ataques cardíacos y apoplejías por lo que también fue retirado del mercado.

Durante el 2010, el gobierno de Estados Unidos ordenó el retiro de al menos 500 medicamentos para la tos, alergias y resfriados, ya que además de no cumplir con las normas de sanidad ponían en riesgo la vida de quienes los tomaban, ya que algunos pacientes habían presentado daños colaterales luego de consumirlos durante determinado tiempo.

Los medicamentos son precisamente para curar las enfermedades no para provocar otras, por ello es muy importante que evite a toda costa auto recetarse, pues sólo su doctor sabrá qué tratamiento darle.