En los últimos años nos hemos visto bombardeados con imágenes de alimentos que presumen ser saludables y  ya se ha vuelto común ver en la televisión a una chica delgada promocionando una barra de granola y asegurando que su definida silueta se formó gracias a ese producto, pero ¿qué tan real es esto?

Existen diferentes tipos de alimentos que se comercializan bajo la etiqueta de “saludables”, sin embargo son más nocivos para el cuerpo de lo que uno puede llegar a imaginarse. Un ejemplo son las aguas vitaminadas, que aseguran ser capaces de nutrir al organismo, mientras lo refrescan.Pero lo cierto es que cada una de estas botellas contiene un alto nivel de azúcar aún en sus versiones de bajas en calorías.

Otro ejemplo son los panquecitos integrales, muchas personas los consumen durante el desayuno o la merienda como una opción no tan “nociva” como el pan habitual. No obstante, su ingrediente principal, como en todo postre, es la grasa y el azúcar, lo que no le hace bien al cuerpo, además de que su sabor no es precisamente el más delicioso.

El caso de las barras de granola o cereales endulzados es similar, pues el sabor que atrae al consumidor no es precisamente el de los ingredientes principales, sino la miel o el chocolate con el que están cubiertos, lo que los hace igual de calóricos que una barra de dulce tradicional.

La gente asocia las grandes musculaturas con una alta ingesta de proteínas, por ello la venta de licuados que prometen aumentar la masa muscular son muy populares, pero los resultados podrán no ser los esperados, ya que contienen grandes cantidades de almidones que causan un incremento de peso si la ingesta no está acompañada de ejercicio regular.

Antes de consumir cualquiera de estos productos es mejor que visite a un nutricionista, quien le dará una dieta balanceada según sus necesidades, para que no se deje engañar.