Ha recibido un diagnóstico de dolor de espalda, artritis, dolor muscular o dolor en los pies, y ahora se pregunta: ¿qué sigue? En momentos de dolor intenso, muchos pacientes reciben recetas de opioides como oxicodona (OxyContin®), hidrocodona (Vicodin®), morfina, codeína o incluso buscan opciones “naturales” como productos de CBD. Sin embargo, tanto los opioides como el uso crónico de algunos productos de CBD pueden generar riesgos graves para su salud y su familia si no se utilizan de manera adecuada.

¿Qué son los opioides?
- Adicción: El uso prolongado de medicamentos como oxicodona o hidrocodona puede generar dependencia física y emocional.
- Sobredosis: Dosis altas, especialmente de opioides mezclados con fentanilo, pueden detener la respiración y ser mortales.
- Fentanilo oculto: Muchos opioides ilegales contienen fentanilo, una sustancia 50 veces más potente que la heroína.
- CBD y uso crónico: Aunque el CBD puede parecer una alternativa “natural”, su uso excesivo o sin supervisión médica puede llevar a dependencia psicológica, interacciones con otros medicamentos y una falsa sensación de seguridad que retrasa tratamientos efectivos.
- Efectos familiares: La adicción afecta a toda la familia, creando tensión emocional, problemas económicos y riesgos para los niños.
Señales de advertencia
- Cambios extremos de humor o comportamiento
- Somnolencia excesiva o dificultad para mantenerse despierto
- Pérdida de interés en actividades cotidianas
- Pastillas faltantes o recetas duplicadas
- Uso no supervisado de productos de CBD para el dolor crónico
- Problemas económicos inexplicables

Como obtener ayuda
Si usted o un ser querido necesita ayuda:
- Llame a la Línea Nacional de Ayuda de SAMHSA: 1-800-662-4357 (disponible en español).
- Busque programas locales de tratamiento con servicios bilingües.
- Pregunte a su farmacia por naloxona (Narcan), un medicamento que puede salvar vidas en caso de sobredosis.

Cómo funcionan los AINEs y por qué no generan dependencia
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el naproxeno (FLANAX®), actúan bloqueando unas sustancias llamadas prostaglandinas, que son responsables de causar inflamación, dolor y fiebre. Al reducir la inflamación directamente en el sitio afectado —ya sea la espalda, las articulaciones, los pies o los músculos—, los AINEs alivian el dolor sin alterar el cerebro ni generar sensación de euforia.
Esto significa que:
- No producen dependencia física ni psicológica.
- No estimulan los centros de recompensa en el cerebro.
- Su efecto desaparece cuando se suspenden, sin causar síntomas de abstinencia.

Beneficios de los analgésicos tópicos para el dolor intermitente
Los analgésicos tópicos, como las cremas o parches de lidocaína o capsaicin, son una herramienta eficaz para controlar el dolor intermitente o “de ruptura”, ese dolor inesperado que aparece incluso cuando está bajo tratamiento regular con AINEs.
Beneficios:
- Actúan directamente en el área dolorida.
- Menor riesgo de efectos secundarios sistémicos comparado con los medicamentos orales.