Hay algunas enfermedades que aquejan a cierto sector de la población pero que desconocemos lo básico de ellas, un ejemplo es el lupus, que es un padecimiento que se da más entre las mujeres hispanas que en las afroamericanas.

El lupus es una enfermedad en la que el sistema inmunitario ataca a las células y los tejidos sanos de las articulaciones, la piel, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y hasta el cerebro.

Existen diferentes tipos de lupus, el más común es el que se conoce como eritematoso sistémico que afecta distintas partes del cuerpo. De acuerdo con investigaciones médicas, hay algunas variedades de lupus que son difíciles de curar como el discoide que causa sarpullido en la piel o el neonatal que afecta a los bebés recién nacidos.

Si bien hasta el momento los médicos desconocen las causas del lupus, las investigaciones que se han hecho en los últimos años han arrojado resultados muy interesantes como la relación genética que existe en esta enfermedad, aunque también hay otros factores que influyen de manera determinante como los medicamentos en el caso del lupus secundario.

Los síntomas pueden llegar a variar dependiendo de la persona, sin embargo, los más comunes son el dolor e inflamación de las articulaciones y músculos, así como fiebres inexplicables, sarpullido o enrojecimiento de la cara, dolor en el pecho al respirar, pérdida de cabello, palidez o tono morado en los dedos de las manos y los pies, así como sensibilidad al sol.

Los médicos no cuentan con una prueba específica que ayude a diagnosticar el lupus lo que complica su detección hasta por años, no obstante el doctor deberá tomar en cuenta el historial clínico del paciente, hacer un examen completo, diversas pruebas de sangre y hasta una biopsia en la piel o los riñones que ayuden a hacer su diagnóstico.